Como todos los demás componentes del vehículo, la turbina no puede evitar averías periódicas que requieren una intervención de reparación inmediata. Algunas de ellas pueden ser bastante menores, pero otras conllevan una seria amenaza, afectando negativamente al funcionamiento de los dispositivos individuales del vehículo. En este artículo, hablaremos acerca de los principales signos y causas de tales averías, así como averiguaremos si se pueden tratar con los propios esfuerzos. Todos los componentes necesarios para este tipo de reparaciones, incluyendo el turbocompresor audi a4, se pueden encontrar en un amplio catálogo de productos, siendo elementos indispensables para reparar este tipo de problemas.

Signos más comunes en las averías

Hay varios signos comunes de que la turbina de su coche tiene problemas. La primera y más característica señal de problemas es la emisión de humo de color azul por el tubo de escape, siendo especialmente perceptible durante una fuerte aceleración del coche. Sin embargo, cuando el motor está estable a una velocidad constante, el humo desaparece. La causa de este fenómeno es la combustión de aceite, que accidentalmente llega a los cilindros del motor debido a su fuga del turbocompresor.

Además, también pueden aparecer gases de escape negros procedentes del tubo de escape, lo que indica la combustión de mezcla enriquecida debido a fugas de aire en los conductos de descarga o en el intercooler. Otra razón que puede afectar a la formación de gases de escape negros es un sistema de control defectuoso del turbocompresor o algún defecto del turbocompresor. La tercera señal de problemas con este nodo es el humo blanco, que aparece en el mismo tubo de escape, a causa de la obstrucción del tubo de drenaje del aceite de la turbina.

El aumento del consumo de aceite y los rastros de fugas de aceite que se encuentran en la turbina y en las conexiones del conducto de aire es el cuarto signo de mal funcionamiento del turbocompresor, cuya causa es la obstrucción del canal de suministro de aire, la obstrucción de la carcasa del eje de la turbina o la obstrucción del conducto de drenaje de aceite. En algunas situaciones, el conductor puede notar que la dinámica de aceleración del coche se ha deteriorado significativamente. En este caso, también vale la pena pensar en que puede ser causado por el turbocompresor, porque cualquier daño en él o cualquier avería en el sistema de control de esta unidad ,limita el flujo de aire en el motor del coche, lo que provoca una disminución de las capacidades del vehículo

La siguiente señal que indica un mal funcionamiento de la turbina es la aparición de ruido cuando el motor está en marcha, estando la causa situada en la fuga de aire entre el motor y la salida del compresor. Además del ruido (o en lugar de él), también se puede oír un leve chirrido que acompaña al turbocompresor. Para ello, el diagnóstico visual de la carcasa de la unidad ayudará a determinar su origen, ya que son sus grietas, deformaciones diversas u otros deterioros la forma de verlo. Por otro lado, tocar las cuchillas en los bordes de las grietas sirve para contemplar el problema en profundidad, y, señalan la necesidad de una rápida sustitución del turbocompresor.

Conclusiones

En caso de notar que el coche comienza a consumir mucho, y la aparición constante de gases de escape, notando que por alguna razón ha aumentado bruscamente, puede significar que es hora de mirar el filtro de aire y / o el canal de aire a la turbina. Esto se puede deber a la obstrucción de estas partes, las cuáles afectan directamente a la aparición del problema anterior. Finalmente, el último de los signos más comunes de mal funcionamiento del compresor es la fuga de aceite por el lado del compresor.