Para un mantenimiento correcto de cualquier vehículo, se deben tener en cuenta una serie de condicionantes importantes, con el objetivo de prevenir cualquier problema futuro. Uno de ellos es el líquido de frenos, ya que, con el paso del tiempo, el líquido de frenos comienza a perder sus propiedades y características, lo que puede afectar de forma significativa al rendimiento de la frenada, y, en consecuencia, a la seguridad cuando se está en carretera.
En general, el punto de ebullición es uno de los principales indicadores de la calidad del líquido de frenos. La temperatura a la que funciona el líquido de frenos puede oscilar entre – 40 °C y + 220 °C. Durante el frenado del coche, se libera mucha energía térmica, lo que puede provocar la ebullición de este líquido de frenos. En caso de que no esté correcto, al pisar el pedal de freno, la fase de vapor se comprime y la fuerza no se transmite a los actuadores del sistema de frenado, por tanto, el pedal de freno «falla».
Cabe mencionar que el líquido de frenos es higroscópico, lo que significa que absorbe intensamente el agua de la atmósfera. Así, el líquido acumula entre un 2% y un 5% de agua en el sistema durante 2 años de funcionamiento del coche. Por tanto, merece la pena cambiarlo a tiempo, sobre todo si se tiene en cuenta que el precio de líquido de frenos es asequible. Además del riesgo de que los frenos hiervan en el momento más inoportuno, la humedad en el líquido de frenos contribuye a la corrosión de los cilindros.
La importancia del líquido de frenos
Un espesamiento excesivo del líquido a bajas temperaturas puede provocar una respuesta más lenta y reducir el rendimiento del sistema de frenos. Al seleccionar un líquido de frenos, deben tenerse en cuenta los límites de temperatura invernal específicos de la zona climática. El caso más peligroso es cuando la temperatura ambiente desciende a valores críticos (-30°C e inferiores) durante la marcha. En este caso, el líquido de frenos de baja calidad, incorrectamente seleccionado o ya caducado puede congelarse en los conductos del sistema de frenos directamente durante la conducción, lo que provocará un fallo completo del sistema de frenos. Esto también puede ocurrir al salir de un garaje relativamente caliente en condiciones de frío extremo.
Por otro lado, la viscosidad reducida a altas temperaturas reduce el espesor de la película a valores insuficientes para una lubricación normal y puede provocar fugas en los cilindros esclavos. Esto provoca un frenado lento y desigual, así como el desgaste y la reducción de la vida útil de las piezas móviles del sistema.
Para evitar problemas con el sistema de frenado, deben tenerse en cuenta una serie de reglas sencillas:
- Comprobar periódicamente el nivel de líquido de frenos en el depósito de expansión, así como la sustitución oportuna.
- Utilizar únicamente líquidos de frenos de calidad homologados por el fabricante del vehículo.
- Comprobar la calidad del líquido de frenos. El líquido debe ser transparente, homogéneo y sin sedimentos.
- A la hora de hacer un cambio, el líquido de frenos debe cambiarse por completo.
¿Con qué frecuencia debe cambiarse el líquido de frenos?
El líquido de frenos es un componente importante del sistema de frenado hidráulico, al mantener la eficacia del sistema de frenado. El intervalo de sustitución está regulado por el fabricante, por lo que puede variar entre un modelo de vehículo y otro. En condiciones normales de funcionamiento del vehículo, la estimación aproximada es de una vez cada 2 años. Por otro lado, para coches deportivos y de alta gama, el intervalo de sustitución recomendado es cada 20.000 kilómetros.
Para un funcionamiento eficaz del freno, el líquido debe tener determinadas propiedades. Por ello, no es conveniente rellenar el líquido de vez en cuando, ya que las propiedades del líquido obtenidas como resultado de ello distarán mucho de las normativas y pueden afectar negativamente al sistema de frenos. Dicho de otro modo, conforme se va rellenando el líquido de frenos sin sustituirlo completamente, las propiedades del mismo se ven mermadas de forma significativa.
¿Cuándo es necesario sustituir el líquido antes de tiempo?
Para finalizar, vamos a explicar de forma detallada cuándo cambiar el líquido de frenos antes del tiempo estimado:
- Después de comprar un coche con cierto kilometraje, se recomienda sustituir completamente el líquido, para establecer una fecha de cambio de líquido de frenos exacta.
- Cuando el color del líquido de frenos cambia de forma precipitada. Normalmente el fluido es claro y transparente, pero, cuanto más tiempo pasa después de su sustitución, más oscuro se vuelve.
- Cuando el nivel es insuficiente en el depósito. Además, un nivel bajo puede indicar que las pastillas de freno están desgastadas y necesitan ser revisadas o sustituidas.
- Cuando el vehículo permanece parado durante un largo periodo de tiempo sin funcionar, se debe comprobar la calidad del líquido con un comprobador especial.
- En caso de que se observe alguno de estos signos, se recomienda ponerse en contacto con un centro de servicio para que comprueben el nivel y la calidad del líquido del vehículo.