En los últimos años, el mercado de las tarjetas de sonido ha comenzado a experimentar un resurgimiento notable, a pesar de que las placas base de gama media y alta ya ofrecen soluciones de audio de excelente calidad. Aunque este crecimiento parece modesto en comparación con la impresionante expansión de la industria de auriculares, la realidad es que las tarjetas de sonido siguen siendo una opción viable para aquellos que buscan llevar su experiencia de audio a un nivel superior.

Hoy en día, muchas placas base incluyen chips de audio dedicados, e incluso algunos modelos cuentan con DACs (convertidores digital-analógicos) de alta gama, capaces de manejar contenidos con resoluciones de hasta 32 bits y frecuencias de muestreo de 384 kHz. Sin embargo, a pesar de los avances en la tecnología integrada, las tarjetas de sonido dedicadas aún pueden ser una excelente opción en escenarios específicos, como para jugadores profesionales o audiófilos que buscan una calidad de sonido insuperable. En este artículo, exploraremos las razones por las cuales las tarjetas de sonido dedicadas siguen siendo relevantes en un mundo donde la tecnología integrada es cada vez más avanzada.

¿Qué son las tarjetas de sonido y como se componen?

Las tarjetas de sonido son dispositivos de hardware esenciales que permiten procesar y mejorar las señales de audio que un ordenador recibe. Aunque las placas base modernas ya incluyen tarjetas de sonido integradas con una calidad aceptable, muchos usuarios siguen buscando tarjetas dedicadas para obtener un rendimiento superior. Estos modelos de expansión ofrecen características avanzadas, como una mayor variedad de frecuencias de muestreo, más canales de entrada y salida, y conexiones especializadas. Así, las tarjetas de sonido se están volviendo populares nuevamente, especialmente entre los entusiastas del audio y los gamers que buscan calidad profesional. Composición de una tarjeta de sonido:

  • Conectores: Permiten la entrada y salida de señales de audio. Los más comunes son los conectores para micrófonos y altavoces, que necesitan convertir señales analógicas a digitales y viceversa.
  • ADC (Convertidor analógico-digital): Convierte las señales analógicas de entrada (como las de un micrófono) en datos digitales para que puedan ser procesados por la tarjeta.
  • DAC (Convertidor digital-analógico): Realiza el proceso inverso al ADC, convirtiendo los datos digitales en señales analógicas que pueden ser emitidas por altavoces o auriculares.
  • Procesador de sonido (DSP): Un chip especializado en manipular y procesar las señales de audio. Permite el manejo de múltiples pistas de audio sin sobrecargar la CPU del ordenador.
  • Sintetizadores: Generan sonidos «procedurales» (no pregrabados), como los de instrumentos musicales o efectos especiales, mediante dos técnicas: tabla de ondas y síntesis FM.

Tipos de tarjetas de sonido en la actualidad

Hoy en día, existen varias opciones disponibles para satisfacer las necesidades de diferentes usuarios. Aunque las tarjetas de sonido integradas en la placa base siguen siendo comunes, las tarjetas dedicadas han ganado popularidad debido a su mayor calidad y versatilidad. Entre los tipos de tarjetas de sonido en la actualidad:

  • Tarjetas de sonido internas: Se instalan en una ranura PCI o PCIe dentro del ordenador. Estas tarjetas suelen ser más potentes y versátiles que las externas, ofreciendo más canales y conexiones para una mayor calidad de sonido. Aunque su instalación requiere abrir el equipo, no es un proceso complicado si se siguen las instrucciones adecuadas.
  • Tarjetas de sonido externas: Se conectan a través de un puerto USB o Thunderbolt, lo que facilita su instalación y la hace ideal para portátiles. Aunque no suelen ser tan potentes como las internas, estas tarjetas son perfectas para quienes necesitan una solución de audio de alta calidad y portabilidad. Su facilidad de uso y rendimiento las convierte en una opción popular entre productores musicales y DJ’s.
  • Tarjetas de sonido Full Duplex: Estas tarjetas permiten la entrada y salida de audio simultáneamente, lo que las hace perfectas para grabaciones en tiempo real. Son muy utilizadas en estudios de radio y en situaciones en las que se requiere una interacción continua entre la grabación y la reproducción de sonido. La funcionalidad Full Duplex ofrece una experiencia más dinámica y fluida.

Las tarjetas de sonido siguen aportando cosas buenas en la actualidad

Todas las tarjetas dedicadas ofrecen una notable mejora en la calidad del audio en comparación con las integradas. Son ideales para quienes trabajan en producción musical, edición de sonido, o simplemente desean una mejor experiencia en juegos y películas. Además, permiten la expansión, ofreciendo la posibilidad de conectar más dispositivos y aprovechar tecnologías avanzadas, como el sonido envolvente 7.1. También reducen las interferencias y distorsiones, garantizando una experiencia más limpia y nítida.

No todos los usuarios necesitan una tarjeta dedicada. Si tienes un PC moderno y no estás trabajando en un entorno profesional o con audio de alta gama, las tarjetas integradas son más que suficientes para la mayoría de las tareas cotidianas. Sin embargo, si eres un audiófilo, cuentas con auriculares de gama alta, o deseas mejorar la inmersión en videojuegos, una tarjeta dedicada marcará una diferencia notable. Las tarjetas de sonido se están volviendo populares nuevamente, ya que ofrecen características que no se encuentran en las opciones integradas.

Fabricantes como ASUS, Creative y Turtle Beach ofrecen tarjetas de sonido de excelente calidad para usuarios tanto casuales como profesionales. Para aquellos interesados en la música y la composición, marcas como Steinberg y Focusrite presentan soluciones de alta gama. Si buscas una opción económica, ya puedes encontrar tarjetas de sonido de calidad por precios que comienzan en torno a los 40 euros.