Imagina ir a una de las extintas E3 o mirar un Nintendo Direct para comerte el anuncio de un juego nuevo por parte de tu desarrolladora favorita. Comienzas a contar los días para tenerlo en tus manos, pero tras meses de espera, el juego nunca llega. ¿Qué sucedió? ¿Acaso al proyecto se lo comió un agujero negro? Esta frustración es el corazón del fenómeno conocido como Development Hell.

En términos simples, el «infierno del desarrollo» o “developmente hell” es un proceso caótico y a menudo incierto por el que pasan muchos videojuegos después de ser anunciados. En este artículo, exploraremos qué significa este fenómeno y por qué ocurre, además de algunos ejemplos emblemáticos de juegos que han atravesado el development hell.

Development Hell, lo que cualquier desarrolladora quiere evitar

El Development Hell en el mundo de los videojuegos es un proceso temido por todas las desarrolladoras. Este fenómeno se refiere a una etapa en la que un juego enfrenta múltiples obstáculos, retrasos y cambios imprevistos que dificultan su avance hacia la finalización. Lo que comienza como un proyecto prometedor puede quedar atrapado en este limbo, lo que resulta en frustración tanto para los desarrolladores como para los jugadores. Aunque este proceso no es exclusivo de los videojuegos, también afecta a la industria del cine y la música, como lo evidenció el caso de la película Deadpool, cuyo desarrollo duró una década.

¿Significa Development Hell en el mundo de los videojuegos que el juego está destinado al fracaso? No necesariamente, pero ciertamente puede poner en peligro su éxito. La incertidumbre y los contratiempos pueden llevar a una reestructuración total del proyecto, lo que obliga a los equipos de desarrollo a reevaluar y, a veces, rediseñar aspectos clave del juego. A pesar de este riesgo, muchos proyectos sobreviven al caos y, en algunos casos, surgen como títulos excepcionales. No obstante, una vez que un juego cae en el Development Hell, el camino hacia la finalización nunca es sencillo ni rápido.

¿Por qué se da el Development Hell en los videojuegos?

Nuestro muy odiado Development Hell en el mundo de los videojuegos puede originarse por una variedad de razones, todas ellas relacionadas con los complejos desafíos que enfrenta cualquier proyecto ambicioso. Uno de los factores más comunes es la aparición de problemas técnicos, como incompatibilidades entre plataformas o fallos en el motor del juego. 

Además, los retrasos en las fechas de entrega, falta de presupuesto y la rotación de personal son solo algunas de las razones que pueden hundir a un proyecto en este estado. En algunos casos, decisiones creativas de última hora pueden obligar a rehacer por completo áreas clave del juego, lo que genera un colapso en la planificación original y retrasa aún más el progreso.

Todo este fenómeno puede volverse aún más complicado cuando se trata de grandes franquicias, como sucedió con Cyberpunk 2077. El juego sufrió numerosas dificultades durante su desarrollo, que comenzó en 2012, pero no se formalizó hasta 2016. A pesar de las promesas de los desarrolladores, las fechas de lanzamiento fueron continuamente pospuestas, y cuando finalmente llegó en 2020, muchos jugadores notaron que el producto aún no estaba completo. Esto es un claro ejemplo de lo que significa Development Hell en el mundo de los videojuegos: el caos detrás de un proyecto que lucha por cumplir con las expectativas y plazos establecidos.

Algunos se salvan del Development Hell, pero hay otros que no

A veces, los juegos se salvan de este purgatorio y, tras varios años de espera, logran ver la luz, como el caso de Alan Wake. Este título de Remedy Entertainment tuvo que ser completamente replanteado tras varios años de dificultades. Lo que inicialmente iba a ser un juego de terror de mundo abierto, se transformó en un juego de acción y aventura con una historia cautivadora, lo que lo convirtió en un éxito de culto.

Sin embargo, no todos los títulos tienen el mismo destino. Beyond Good and Evil 2 ostenta el récord del juego AAA con el desarrollo más largo, un proceso que comenzó en 2008 y sigue en el limbo del Development Hell hasta el día de hoy. A pesar de los esfuerzos, el equipo se vio envuelto en cambios constantes y una expansión infinita del alcance, lo que retrasó aún más la producción. Es un claro ejemplo de lo que significa Development Hell en el mundo de los videojuegos cuando los problemas estructurales y creativos se acumulan.

Por otro lado, hay juegos que se quedan en el olvido por completo, como Deep Down de Capcom, un proyecto que parecía prometedor, pero que nunca logró despegar. Anunciado en 2013 como especie de Souls desarrollador por los mismos que hicieron Sonic, el juego sigue sin un lanzamiento en vista. Y aquí entre nos, Capcom tiene menos interés en sacar este proyecto a la luz que Valve por el Half-Life 3… El cual es otro gran ejemplo de Development Hell.