Las películas basadas en videojuegos han tenido una historia tumultuosa, oscilando entre desastres épicos y momentos de verdadera genialidad. Desde los primeros intentos como Super Mario Bros. (1993), que es recordada más por su desconcierto que por su calidad, hasta las recientes adaptaciones que buscan no solo recrear los mundos de los juegos, sino hacer justicia a su esencia.
A lo largo de los años, las películas basadas en videojuegos han sido vistas como productos de segunda categoría, a menudo relegadas al terreno de los fracasos comerciales. Sin embargo, con el paso del tiempo y el cambio generacional, los cineastas que crecieron jugando títulos legendarios comenzaron a traer estos mundos a la pantalla grande de manera más fiel y ambiciosa.

Hoy en día, el panorama de las películas basadas en videojuegos es mucho más prometedor, con títulos como los de la trilogía de Sonic, que se han ganado tanto a fanáticos como a críticos. En este artículo, exploramos algunas de las mejores películas live action basadas en videojuegos, que han superado las expectativas, ofreciendo una experiencia que va más allá de ser simplemente un «producto de fans». Acompáñanos a descubrir cómo algunas franquicias lograron dar el salto exitoso de los controles al cine.
Detective Pikachu, otra extensión del mundo de los pokémon
La historia de Detective Pikachu sigue a Tim Goodman, un joven que, junto a un Pikachu que puede hablar (y es interpretado por el carismático Ryan Reynolds), se embarca en una investigación para descubrir el paradero de su padre desaparecido. Esta aventura pone en primer plano la relación entre los humanos y los Pokémon, sumergiendo a los espectadores en un mundo donde criaturas como Bulbasaur o Snorlax cobran vida en una impresionante live action. A través de una narración intrigante y cómica, la película logra conectar con el público de todas las edades, convirtiéndose en una experiencia encantadora para los fanáticos de toda la vida y los nuevos seguidores.
Ahora bien, lo que realmente eleva a Detective Pikachu dentro de las mejores películas live action basadas en videojuegos es su equilibrio perfecto entre nostalgia, comedia y acción. El cuidado y amor puesto en la adaptación del universo Pokémon se ve en cada detalle, desde los efectos visuales hasta los pequeños guiños a los videojuegos. Sin lugar a dudas, es una de las cintas que ha logrado llevar a la franquicia a un terreno inexplorado, mientras mantiene la magia de lo que hace único al mundo de Pokémon.
La trilogía de Sonic, todos amamos a Doctor Eggman
A pesar de un inicio polémico con el primer tráiler, que mostró un diseño de Sonic que desató críticas, el estudio reaccionó rápidamente, rediseñando al personaje para dar lugar a una película que sorprendió a propios y extraños. Sonic The Hedgehog (2020) presentó una historia ligera y divertida, que, junto con el carisma de Jim Carrey como el Dr. Robotnik, ofreció una experiencia fiel a los juegos y al mismo tiempo accesible para todo público.
La secuela, Sonic The Hedgehog 2, no solo mejoró la fórmula de su predecesora, sino que expandió el universo del erizo, incorporando personajes icónicos como Tails y Knuckles. Con más acción, más referencias a los videojuegos y la impresionante actuación de Carrey, esta secuela se posicionó como un avance notable dentro de la franquicia. La próxima entrega, Sonic 3 (2024), elevo aún más la apuesta, con la llegada de Shadow como el nuevo villano. Con un equipo consolidado y nuevos desafíos, la trilogía de Sonic sigue demostrando por qué es una de las adaptaciones de videojuegos más queridas en la pantalla grande.
Gran Turismo, la velocidad hecha película
¿Quién rayos se esperaba una película de Gran Turismo? Basada en la historia real de Jann Mardenborough, un joven que pasó de ser un fanático de los simuladores de carreras a convertirse en piloto profesional gracias a su destreza en Gran Turismo, la película captura el espíritu del videojuego. A través de su viaje, la película explora la perseverancia, el trabajo en equipo y la lucha personal, mientras nos ofrece una visión fascinante de la transición del simulador al asfalto.
Aunque Gran Turismo recibió críticas por dramatizar ciertos aspectos, como el trágico accidente en Nürburgring, no se puede negar su efectividad al ofrecer una historia inspiradora. Con la participación de actores como David Harbour y Orlando Bloom, la película presenta una mezcla de emoción y realismo que engancha a la audiencia. La fascinación por el mundo de las carreras y la tecnología de los videojuegos se fusionan a la perfección, haciendo de Gran Turismo una experiencia visualmente impresionante y emocionalmente resonante, que sin duda se quedará con los fans de las carreras y los videojuegos por mucho tiempo.
Lara Croft: Tomb Raider, una heroína intrépida bien representada
Lara Croft: Tomb Raider es una de las mejores películas live action basadas en videojuegos de su época, aunque no se puede negar que su trama no es exactamente un referente de la originalidad. Adaptada del popular videojuego de los 90, la película toma una clara inspiración de las aventuras de Indiana Jones, llevándonos a través de peligrosos templos y secretos ancestrales. Aunque la historia no sobresale por su complejidad, lo que realmente destaca en la película es la capacidad de Angelina Jolie para encarnar a la intrépida Lara Croft. La actriz, en uno de sus papeles más icónicos, logra traer a la vida a una heroína carismática, combinando sensualidad y destreza.
Al igual que el 90% de los proyectos cinematográficos basados en videojuegos de la época, Tomb Raider no está exenta de críticas, especialmente por su enfoque a veces exagerado y su desarrollo de personajes limitado. Aun así, la película se convirtió en un éxito comercial gracias a las actuaciones memorables y sus impresionantes escenas de acción. Jolie y su versión de Lara Croft dejaron una huella duradera en la cultura popular, ganándose un lugar como una de las representaciones más queridas de una heroína de videojuego en el cine.
Warcraft: El Origen, buenos efectos y muy mal guión
Con la dirección de Duncan Jones, quien no temió explorar los límites de lo posible con efectos visuales impresionantes y una historia cargada de tradición, Warcraft: El Origen tenía el potencial de ser una franquicia épica comparable con El Señor de los Anillos. Tuvo un buen desempeño en taquilla, pero la película no logró conectar con la audiencia. Estaba plagada de personajes interesantes, como el orco Durotan, quien fue interpretado magistralmente por Toby Kebbell, pero el elenco general no logró darle el peso necesario a la narrativa.
Pese a las críticas, Warcraft: El Origen sigue siendo una excepción en el mundo de las adaptaciones de videojuegos, ya que se atrevió a crear un mundo visualmente impresionante y detallado, haciendo justicia a los gráficos y escenarios del juego. Sin embargo, su caída se debió al exceso de recursos gastados en efectos especiales y una trama que no logró enganchar lo suficiente. Aunque no se convirtió en un éxito de taquilla en Occidente, la película encontró más aceptación en el extranjero, lo que le permitió seguir siendo recordada como una de las películas más ambiciosas de su género.
Mortal Kombat (2021), muchísima violencia asegurada
Aunque el reinicio opta por una historia de origen en lugar de centrarse en el torneo en sí en la versión de Mortal Kombat de 2021, el público se ve recompensado con peleas llenas de sangre, golpes y acrobacias bien coreografiadas. Con personajes icónicos como Sub Zero y Sonya Blade, y la inesperada incorporación de Cole Young, la película ofrece a los seguidores de la saga lo que más desean: combates sangrientos y personajes entrañables en acción.
Y nada más, literalmente nada más además de eso, ya que el diálogo es torpe y la historia, que se centra en establecer a los personajes para futuras entregas, podría haber sido más dinámica. Aun así, la clasificación R permite una mayor fidelidad al espíritu violento del juego. Las escenas de lucha entre figuras como Sub Zero y Scorpion son, sin duda, lo mejor de la película, pero a veces el resto de la trama no está a la altura de esas secuencias memorables.
Silent Hill, terror psicológico de primera calidad
En el universo de las mejores películas live action basadas en videojuegos, Silent Hill de Christophe Gans destaca como una de las adaptaciones más inquietantes y visualmente impactantes. Con un enfoque que prioriza la atmósfera y el terror psicológico, la película captura la esencia sombría y angustiante del videojuego. A pesar de algunos tropiezos en el desarrollo de la trama, la capacidad para generar escalofríos y sumergir al espectador en un entorno opresivo y retorcido hace que Silent Hill sea una experiencia única. Las actuaciones, encabezadas por un sólido elenco que incluye a Sean Bean, contribuyen al tono serio y perturbador de la historia.
El aspecto más memorable son los aterradores monstruos, especialmente Pyramid Head, quien se mantiene tan inquietante en la pantalla grande como en los juegos. Las escenas de horror, como la de Colin el conserje o la desgarradora aparición de Pyramid Head, son capaces de sacar de quicio a cualquier espectador. A pesar de sus fallos en algunos aspectos técnicos, Silent Hill cumple con las expectativas de los fanáticos del videojuego, ofreciendo un producto que, aunque no perfecto, logra transportar a los espectadores a un mundo infernal con una autenticidad que no siempre se ve en este tipo de adaptaciones.
Resident Evil, las de los 2000, obviamente…
Resident Evil (2002), dirigida por Paul W.S. Anderson, es todo un clásico del cine de acción apocalíptico. Adaptación de una de las franquicias más icónicas de los videojuegos, la película introduce a los fanáticos en un mundo plagado de zombies y corporaciones sin escrúpulos. A diferencia de su material original, el enfoque aquí es la acción frenética y las persecuciones implacables, todo con la inconfundible presencia de Milla Jovovich como Alice, cuyo papel se ha vuelto emblemático en el género.
Esta película no profundiza demasiado en los elementos narrativos de los videojuegos, pero establece una sólida base para lo que serían las secuelas de la saga, con un universo de zombis, conspiraciones y batallas vertiginosas. Es una película que se sostiene gracias a sus escenas de acción dinámicas y la atmósfera claustrofóbica de la mansión, que mantiene a la audiencia al borde del asiento. La simplicidad de su trama no impide que la película sea entretenida y, más importante aún, sea el punto de partida para una franquicia que, con el tiempo, se expandiría en múltiples direcciones. Tristemente, es de las pocas cosas rescatables de esta serie de películas, ya que luego veríamos cosas como “Resident Evil 5: La Venganza”, la cual todos desearíamos olvidar.