Constantemente el ecosistema que se ha creado alrededor de los videojuegos va evolucionando, dando lugar a géneros y subgéneros que redefinen la manera en que los jugadores experimentan cada aventura. Entre estos, el término soulslike se ha convertido en una referencia habitual dentro de los juegos de rol de acción. Inspirado en la serie Soulsborne de FromSoftware, este subgénero no solo se distingue por su alta dificultad, sino también por un enfoque único en la exploración, la narrativa ambiental y un diseño de juego que desafía a los jugadores a mejorar con cada intento.
Desde el lanzamiento de Demon’s Souls, FromSoftware ha marcado un antes y un después en la industria con su enfoque característico, influyendo en una infinidad de títulos posteriores. Sin embargo, la esencia de este género no se limita a sus creadores originales; con el tiempo, otros estudios han adoptado y reinterpretado sus mecánicas para dar vida a nuevas experiencias que conservan la esencia del desafío y la exploración meticulosa. En este artículo, exploraremos el origen del término soulslike, sus principales características y algunos de los juegos más representativos de este subgénero que ha dejado huella en la industria.
Origen de los Souls Like para los gamers

Cuando Demon’s Souls llegó al mercado en 2009, pocos imaginaron que este título de FromSoftware marcaría un antes y un después en la industria. Concebido como un juego difícil, pero justo, Demon’s Souls ofrecía un desafío inquebrantable que recompensaba la paciencia y la estrategia. Aunque en un principio tuvo una recepción modesta, su jugabilidad única y su enfoque en la exploración y el aprendizaje constante cautivaron a los jugadores, dando paso a lo que hoy conocemos como el género soulslike en el mundo de los videojuegos.
Tras su éxito, FromSoftware refinó la fórmula con Dark Souls en 2011, expandiendo su mundo interconectado y profundizando en mecánicas que se convertirían en sello distintivo del género. La combinación de combates tácticos, administración de recursos y una narrativa ambiental rica en detalles convirtió a la serie en un fenómeno. Con cada entrega, la experiencia se perfeccionó, atrayendo tanto a jugadores experimentados como a nuevos desarrolladores que buscaban replicar el sentimiento de recompensa tras superar un reto formidable.
El término soulslike no tardó en consolidarse, abarcando no solo los títulos de FromSoftware, sino también aquellos inspirados en su filosofía de diseño. Juegos como Bloodborne, Sekiro: Shadows Die Twice y Elden Ring llevaron el concepto a nuevas alturas, mientras que otros estudios han experimentado con su estructura, ampliando el legado de un género que nació del deseo de desafiar a los jugadores sin concesiones.
¿Qué es lo que hace a un juego un “soulslike”?
Un soulslike no es simplemente un juego difícil; es una experiencia que desafía tanto la paciencia como la habilidad del jugador. La muerte no es solo un castigo, sino un proceso de aprendizaje, donde cada derrota enseña una nueva lección. Desde la pérdida temporal de recursos hasta la exploración de mundos hostiles llenos de secretos, el género soulslike en el mundo de los videojuegos ha perfeccionado la sensación de riesgo y recompensa, convirtiendo cada victoria en un logro significativo.
Las mecánicas de combate metódico son otro pilar fundamental. En estos juegos, cada ataque, esquiva o bloqueo debe ejecutarse con precisión, ya que la prioridad de animación impide cancelar acciones a medio camino. Además, la gestión de recursos como la resistencia y la salud obliga a tomar decisiones estratégicas en cada enfrentamiento. El sistema de progresión, basado en la recolección y gasto de una moneda que puede perderse si no se usa a tiempo, añade una capa extra de tensión y estrategia.
También podemos destacar que, lejos de ofrecer historias lineales o explícitas, estos juegos presentan tramas fragmentadas que el jugador debe reconstruir mediante el entorno, diálogos crípticos y descripciones de objetos. Este enfoque fomenta la exploración y el descubrimiento, manteniendo el misterio y la inmersión. Es este equilibrio entre dificultad, combate estratégico y narrativa ambiental lo que ha convertido al género en una referencia dentro de la industria.
Algunos ejemplos de los soulslike en los videojuegos

El género soulslike en el mundo de los videojuegos ha evolucionado con el tiempo, dando lugar a títulos que han sabido capturar su esencia mientras aportan su propio estilo. Bloodborne es uno de los más representativos, con un combate más agresivo que incentiva la ofensiva en lugar de la defensa. Aunque comparte muchas mecánicas con Dark Souls, como la gestión de recursos y la recuperación de moneda tras la muerte, introduce un mundo gótico y una historia enigmática que refuerzan su identidad única.
Por su parte, Hollow Knight y Salt and Sanctuary también representan el género soulslike en el mundo de los videojuegos, pues adaptan la dificultad, exploración y progresión del género a un estilo de plataformas en 2D. En ambos, la gestión de recursos y la necesidad de dominar el combate se combinan con un diseño de niveles interconectado, donde cada nuevo atajo descubierto se siente como una victoria. Blasphemous, por su parte, goza de una estética inspirada en el arte religioso español, con un mundo perturbador y jefes implacables que recuerdan la crudeza de los Souls.
Otros títulos han intentado llevar la fórmula del género soulslike en el mundo de los videojuegos aún más lejos. Lords of the Fallen fue de los primeros en seguir la estela de Dark Souls, aunque su dificultad a veces resulta más frustrante que desafiante. Mortal Shell se ha convertido en una propuesta interesante con su mecánica de endurecimiento, que añade profundidad al combate. Y para quienes buscan una experiencia diferente, The Surge y Dead Cells demuestran que un soulslike puede funcionar tanto en ciencia ficción como en el roguelike, ampliando así los horizontes del subgénero.