El tercer tipo de colesterol dañino que casi nadie conoce se llama lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) y es una de las principales causas del aterosclerosis, el endurecimiento y estrechamiento de las arterias que puede provocar infartos y accidentes cerebrovasculares. La VLDL es un tipo de lipoproteína, es decir, una partícula formada por proteínas y lípidos (grasas) que transporta el colesterol y los triglicéridos por el torrente sanguíneo.

Existen otros tipos de lipoproteínas, como la lipoproteína de baja densidad (LDL) y la lipoproteína de alta densidad (HDL), la LDL se conoce como el colesterol «malo» porque lleva el colesterol desde el hígado hasta los tejidos, donde puede acumularse en las paredes de las arterias y formar placas que las obstruyen. La HDL se conoce como el colesterol «bueno» porque recoge el colesterol sobrante de los tejidos y lo devuelve al hígado, donde se elimina. La VLDL se parece a la LDL, pero tiene más triglicéridos que colesterol, los triglicéridos son otro tipo de grasa que se almacena en el tejido adiposo y que se libera cuando el cuerpo necesita energía. Sin embargo, cuando hay un exceso de triglicéridos en la sangre, pueden contribuir a la formación de placas junto con el colesterol.

La VLDL es un tipo de colesterol dañino que transporta los triglicéridos por la sangre y que puede contribuir a la formación de placas en las arterias. Para reducir la VLDL y prevenir las enfermedades cardiovasculares, es importante llevar un estilo de vida saludable y controlar los niveles de colesterol y triglicéridos con pruebas periódicas y medicamentos si es necesario.

¿Cómo se forma y se mide el colesterol VLDL?

La VLDL se forma en el hígado a partir de los ácidos grasos que provienen de la dieta o de la grasa corporal, el hígado envía la VLDL al torrente sanguíneo para distribuir los triglicéridos a los tejidos que los necesitan, como los músculos o el corazón. En el camino, la VLDL pierde parte de sus triglicéridos y se convierte en una lipoproteína más pequeña y densa llamada lipoproteína de densidad intermedia (IDL), la IDL puede ser recaptada por el hígado o seguir circulando hasta convertirse en LDL. Por lo tanto, la VLDL es la precursora de la LDL y ambas son perjudiciales para la salud cardiovascular si se encuentran en niveles elevados.

No existe una prueba directa para medir la VLDL en la sangre, pero se puede estimar a partir de los niveles de triglicéridos, se considera que la VLDL representa aproximadamente el 20% de los triglicéridos totales, por lo que se puede calcular su valor dividiendo los triglicéridos entre cinco. Los niveles normales de VLDL son inferiores a 30 mg/dL, mientras que los niveles altos son superiores a 40 mg/dL, los niveles óptimos de triglicéridos son inferiores a 150 mg/dL, mientras que los niveles altos son superiores a 200 mg/dL.

Para medir los triglicéridos y otras fracciones del colesterol, como la LDL y la HDL, se necesita una prueba de sangre llamada perfil lipídico, esta prueba requiere ayunar durante al menos 12 horas antes de extraer una muestra de sangre del brazo. Se recomienda hacerse un perfil lipídico al menos una vez cada cinco años a partir de los 20 años de edad, o con más frecuencia si se tienen factores de riesgo como obesidad, diabetes, hipertensión, tabaquismo, antecedentes familiares o enfermedad cardiovascular previa.

¿Cómo se puede reducir el colesterol VLDL?

La idea es conseguir tener un estado físico saludable, y, poder combatir el llamado colesterol VLDL. Para reducir el tipo de colesterol dañino que casi nadie conoce, llamado VLDL, y mejorar la salud cardiovascular, se pueden seguir estos consejos:

  • Llevar una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y trans, azúcares refinados y alcohol, consumir más frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y aceite de oliva.
  • Hacer ejercicio físico de forma regular, al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana, el ejercicio ayuda a quemar los triglicéridos y a aumentar el colesterol bueno (HDL).
  • Mantener un peso saludable, evitando el sobrepeso y la obesidad, el exceso de grasa corporal favorece la producción de VLDL y triglicéridos en el hígado.
  • Controlar la glucosa y la presión arterial, especialmente si se tiene diabetes o hipertensión, estas condiciones pueden alterar el metabolismo de las grasas y aumentar el riesgo de aterosclerosis.
  • Deja de fumar si es fumador, el tabaco daña las arterias y reduce el colesterol bueno (HDL).
  • Consultar al médico si es necesario tomar medicamentos para reducir el colesterol y los triglicéridos, que pueden ayudar a alcanzar los objetivos adecuados, según el perfil lipídico y el riesgo cardiovascular.